LAVADO DE SUPERFICIES A PRESIÓN

El trabajo de lavado de superficies con hidrolavadora es una tarea esencial en la preparación de la aplicación de impermeabilización en diferentes tipos de superficies, como techos, paredes, suelos y otros elementos exteriores expuestos a la intemperie. La hidrolavadora es una herramienta poderosa que utiliza agua a alta presión para limpiar y eliminar la suciedad, polvo, residuos, moho, musgo y otras sustancias no deseadas de la superficie.

La preparación adecuada de la superficie es crucial antes de aplicar cualquier impermeabilizante, ya que una superficie limpia y libre de contaminantes garantiza una mejor adherencia y un resultado más duradero. Aquí está una descripción de las tareas y el proceso involucrado en el lavado de superficies con una hidrolavadora para preparar la aplicación de impermeabilización:

1. Inspección de la superficie: Antes de iniciar el lavado con la hidrolavadora, los profesionales llevan a cabo una inspección detallada de la superficie para identificar cualquier daño, grietas o áreas que requieran una atención especial. También evalúan la cantidad de suciedad y la presencia de cualquier sustancia que pueda afectar la adherencia del impermeabilizante.
2. Preparación del área: Se toman medidas para proteger las áreas circundantes que no deben estar expuestas al agua a alta presión. Se utilizan lonas, cintas adhesivas o cualquier otro método de protección necesario para asegurar que solo las superficies objetivo sean lavadas.
3. Selección de la boquilla y ajuste de la presión: Dependiendo del tipo de superficie y la cantidad de suciedad a limpiar, se selecciona la boquilla adecuada para la hidrolavadora. También se ajusta la presión del agua para garantizar una limpieza efectiva sin dañar la superficie.
4. Lavado a alta presión: Con la hidrolavadora en funcionamiento, los profesionales rocían agua a alta presión sobre la superficie, lo que ayuda a eliminar las partículas de suciedad, moho y otros contaminantes incrustados. La potencia de la hidrolavadora garantiza una limpieza más profunda y eficiente que los métodos de limpieza tradicionales.
5. Secado: Después del lavado, se permite que la superficie se seque completamente antes de proceder con la aplicación del impermeabilizante. El tiempo de secado puede variar según las condiciones climáticas y el tipo de superficie.
6. Inspección final: Una vez que la superficie está seca, se realiza una inspección final para asegurarse de que esté completamente limpia y lista para la aplicación del impermeabilizante. Cualquier área que requiera retoques o reparaciones adicionales se aborda antes de aplicar el recubrimiento.

El lavado de superficies con una hidrolavadora es un paso fundamental para garantizar una correcta preparación antes de la aplicación de la impermeabilización. Este proceso no solo mejora la adherencia del impermeabilizante, sino que también contribuye a prolongar la vida útil y la eficacia del revestimiento, protegiendo la estructura de posibles filtraciones y daños causados por la humedad.